Cuando un niño obedece por miedo a un castigo o porque le darán un premio a cambio, no está desarrollando la capacidad de diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal.
La Dra. María Montessori creía que la respuesta a la falta de obediencia es darle al niño más libertad, no menos.
Para desarrollar la disciplina interna o autodisciplina, en la escuela Montessori los niños tienen:
✅ Libertad de movimiento: No tienen un asiento asignado ni piden permiso al adulto para levantarse.
✅ Libertad de elección: Ellos mismos eligen con qué material trabajar en cada momento.
✅ Libertad de tiempo: El niño decide cuánto tiempo dedicar a cada actividad, esto le permite avanzar a su ritmo.
✅ Libertad para repetir: Repetir una actividad hasta dominarla permite afianzar un contenido antes de pasar al siguiente.
✅ Libertad para comunicarse: Los niños no permanecen en silencio escuchando al profesor, sino que conversan, discuten, llegan a acuerdos y practican las habilidades sociales.
✅ Libertad para equivocarse: Los materiales Montessori permiten al niño descubrir por sí mismo el error, en lugar de ser señalado por el adulto.
Pero, ¿cómo podemos acompañar este aprendizaje desde casa?
✅ Adapta las distintas estancias de tu hogar (baño, cocina, entrada…) a las necesidades y la altura de tu hijo, para que pueda moverse libremente por la casa, sin depender de tu ayuda y supervisión continua.
✅ Crea un espacio de juego con una selección de juguetes y actividades acorde a sus intereses y asegúrate de rotarlos cuando detectes que ya no los utiliza.
✅ Retira de su vista y alcance todo aquello que no quieras que utilice porque es peligroso o delicado. De este modo no tendrás estar repitiéndole constantemente que no.
✅ Permítele elegir entre dos opciones siempre que sea posible (por ejemplo, qué ropa ponerse o qué tomar de postre). Si le permites tomar decisiones de forma frecuente será menos propenso a decir que no cuando quieras que haga algo.
✅ En lugar de regañarle cuando se equivoca o hace algo mal, permítele participar en la solución al problema. De esta forma, poco a poco irá tomando consciencia de las consecuencias de sus actos.
✅ No le corrijas ni le ayudes inmediatamente con una actividad que pueda lograr por sí mismo.
✅ Permítele explicarse sin interrumpir ni acabar sus frases.