Se acerca la navidad y con ella una de las preguntas más frecuentes, qué regalar a nuestros hijos. En líneas generales, es preferible optar por regalar pocos juguetes pero de más calidad, más usos y más durabilidad. Reducir la cantidad a favor de la calidad nos permite tener juguetes que aportan experiencias de aprendizaje más enriquecedoras, además de enseñar a nuestros hijos la importancia de un consumo responsable.
Otra de nuestras recomendaciones más habituales es elegir juguetes de materiales naturales como la madera, el corcho o el mimbre por ser más estimulantes para los sentidos y promover un juego más tranquilo, consciente y pausado. Además, estos materiales son más resistentes y son biodegradables. Por todo esto, nuestra recomendación es evitar los juguetes de plástico, en especial aquellos con pilas que hacen ruidos y luces y que atrapan la atención del niño del mismo modo que lo hace una pantalla.
Estaréis pensando que la teoría es estupenda pero que los padres la mayoría de las veces no tenéis voz ni voto sobre lo que otras personas, familiares y amigos, regalan a vuestros hijos. Es importante cambiar esta percepción porque los padres sí tenemos que tener derecho a decidir a qué experiencias se exponen nuestros hijos y a cuáles no. Por ello, os invitamos a compartir este artículo con ese familiar que, por desconocimiento, siempre regala el juguete más inoportuno ya que estaréis dándole herramientas para elegir mejor la próxima vez.
A continuación, ponemos a vuestra disposición algunos de nuestros juguetes favoritos para regalar estas navidades, clasificados según la edad.
De 0 a 1 año:
Entre el nacimiento y el primer año, un buen juguete para regalar es esta pelota flexible (1). Con ella, el bebé practica el agarre, fortalece la mano, calma sus encías y, cuando la pelota rota y se aleja, incita al bebé a desplazarse para cogerla. Otra opción, para aquellos bebés que ya se mantienen sentados, son estos cilindros (2) que se pueden apilar uno encima de otro o encajar uno dentro de otro, ofreciendo muchas posibilidades de juego. Pero en estos momentos, nuestro juguete favorito sin lugar a dudas es el muro sensorial (3), perfecto para ayudar al niño a entender que aunque un objeto se oculte no por ello deja de existir. Este juego promete tenerlos entretenidos por horas y horas. Por ponerle una pega, el precio es algo elevado así que si sois manitas o conocéis a alguien que lo sea, podéis animaros a construirlo ya que no parece muy difícil.
De 1 a 2 años:
Para niños entre 1 y 2 años podemos optar por un puzzle de madera de pocas piezas y con tiradores como este puzzle de frutas (4) con el que, de paso, podéis aprovechar para trabajar nuevo vocabulario. Otro de nuestros favoritos para esta etapa es una caja de cerraduras (5). Existen muchísimos modelos en el mercado, más o menos difíciles en función de la edad a la que queráis dirigirla, así que os recomendamos investigar un poco hasta encontrar la más adecuada. Y, por último, no podíamos dejar de incluir esta maravilla de caja de experimentación (6) que consiste en meter y sacar distintos objetos de su interior. Puede parecer un juguete muy simple e incluso algo soso pero creednos cuando os decimos que es un éxito asegurado.
De 2 a 3 años:
Para finalizar, entre los 2 y los 3 años, una opción segura es elegir juguetes desestructurados, con infinitas posibilidades, como los cubos de madera (7) o cualquiera de los packs de muñecos, monedas y aros de Grimm’s (8). También podéis optar por los bloques de construcción de corcho (5), porque favorecen la imaginación y, al ser tan ligeros, los niños pueden construir y destruir con libertad sin molestar a los vecinos.
Para más ideas os recomendamos leer aquí el post que escribimos hace algún tiempo con 5 consejos para acertar con los regalos de navidad, así como una selección de nuestros juguetes favoritos.